Buenas noches a todos, mi nombre es Antea. Y tengo 26 años de edad. Habito las tierras del norte, de la ciudad adyacente al río grande de este país. El dulce Río de la Plata.
En mi corta vida he andado por curiosos caminos. Y a pesar de mi juventud, y mi latente ignorancia sobre la inmensidad y grandeza de este mundo, creí, por incontable ocasión, haberme topado con la totalidad de las cosas que podía encontrar. Mi curiosidad insaciable… se vio abrumada ante su hambre, y este mundo frente a mi, el cual parecía guardar todos sus secretos… (si es que me quedaba alguno por develar) Un poco presuntuoso de mi parte, quizá… Pero de seguro comprenderán, que todos, de forma cíclica, caemos en esos lapsos en los que sentimos haberlo exprimido todo. La curiosidad innata del aventurero se ve doblegada y sin más, todos mis deseos fueron concedidos. Una noche fría, caminando en las planicies de mi entusiasmo, de entre la niebla y las sombras... una luz atrajo mi atención. Tenía la forma de un artefacto curioso, una enorme máquina con un pequeño farol color ámbar. Del silencio absoluto y tímido canto de algunas ranas, una estruendosa fuga de vapor proveniente de la chimenea principal marcó la presencia sin igual del vehículo.
Me acerqué boquiabierta, y sin la niebla entre nosotros, pude apreciar la majestuosidad de aquello que parecía ser una locomotora, un tanque, una caldera, una habitación llena de ventanas, rejas y paredes de madera. Incontables pedazos de acero forjado entrelazado entre si, rodeando a la maquina por todos lados.
Grité sin más que esperar alguna respuesta, de las ventanas resplandeció instantáneamente una luz blanca. El vapor comenzó no solo a salir de la chimenea, si no de cada ranura y grieta de este artefacto, de las ruedas de tanque, y de lo que parecía ser el marco de una estrecha puerta.
Al abrirse rechinando a mil materiales diferentes, una diminuta escalera de bronce cayó frente a mis pies. Una persona salió esbozando una sonrisa. Agitó uno de sus brazos con entusiasmo y gritó mi nombre.
Debo reconocer amigos que quedé tendida en el suelo de la forma más torpe y vergonzosa. Asustada ante aquella sorpresiva aparición, caí con mi trasero sobre el barro y los pastos altos.
Fijé mi atención sobre el caballero de extravagante entusiasmo, y a pesar de sus enormes gafas oscuras y sonrisa desencajada, reconocí en él unas facciones familiares.
Se trataba de un viejo amigo, el cuál emprendió un viaje hacía no mucho tiempo atrás, en busca de no se que, en no se donde… para no se qué maestro que lo instruía en el arte de no recuerdo que.
Descoloqué mi mandíbula ante la sorpresa y fascinación, y le devolví el grito mientras me incorporaba de un salto.
Me invitó a subir y totalmente entusiasmada comprendí. Era momento de iniciar un nuevo viaje. Había muchas cosas que descubrir, que era todo eso? Algo jamás visto por estos ojos. Algo jamás imaginado, aunque percibido de alguna manera en los sueños más fantásticos de mi mente. Miré algunas viejas fotos que mi amigo había recogido en algunos pueblos, y decidí encontrar las respuestas a todas las preguntas que mi mente formulaba ante aquellos sonidos, aquellos colores, aquellas ideas.
Mi primera parada en este reciente viaje me trajo a este acogedor lugar, me encuentro fascinada y hambrienta de nuevo saber, curiosa y entusiasmada, sobre todo lo que es este movimiento de ideas.
Mi imaginación ha vuelto a volar, y agradecida ENORMEMENTE por que hayan generado un espacio tan agradable como este, les doy mis saludos, y mis más cordiales respetos.
Espero no haberlos vuelto locos con esta chorrada de cosa, jaja me entuciasmé. Muchas gracias enserio chicos, espero podamos charlar pronto, saludos!! Suerte a todos!